El coste económico será el más fácil
de calcular, al menos para Samsung y teniendo ellos todos los números de
unidades vendidas en la mano. Sin embargo, hay otro que será muy difícil de
cuantificar: el daño en reputación que todos estos problemas han causado
a la marca Note y también a la propia Samsung.
La decisión todavía está muy
reciente como para intentar valorar este aspecto, pero creo que parece seguro
decir que todos los nuevos lanzamientos de Samsung serán mirados con lupa en
el futuro, tanto por usuarios como por las propias autoridades y
reguladores. El quitarse la fama de fabricar "teléfonos que explotan"
posiblemente les persiga durante un tiempo, y es que hasta los medios
generalistas han estado cubriendo de forma extensa los problemas del Note 7.
Explícale a alguien que no entiende o no tiene interés en los teléfonos que el
modelo con problemas es el Note 7 y no el S7 o el futuro S8, por ejemplo.
Samsung tendrá que trabajar para
dejar de ser, para los consumidores, la marca que fabrica "teléfonos que
explotan"
No se tienen muchas referencias de
casos similares con los que podamos comparar. Apple
tuvo algunos problemas de cobertura con el iPhone 4 (de donde viene el famoso "lo estás sujetando mal") y también con
los iPhone 6 que se doblaban (que no era
problema del teléfono, según ellos, aunque el iPhone 6s llegó
"reforzado" para evitarlo), pero ni de lejos fue algo tan grave como
los Note 7 que arden y que causan heridas ni tuvieron que retirarlos hasta en
dos ocasiones de la venta.
Cuando Samsung anunció el primer recall del Note 7,
estaba claro que los teléfonos tenían algún problema grave y potencialmente
peligroso: nadie retira del mercado 2,5 millones de dispositivos porque sí. Si
el problema se hubiese quedado ahí, quizá el Note 7 se podría haber
recuperado. "Quizá" y "podría", nunca lo sabremos. Pero
el segundo recall es fatal y de ahí a que Samsung haya decidido evitar
más pérdidas y problemas retirándolo del mercado por completo.
La estrategia fue buena en su
momento, al menos sobre el papel: anunciar el Note 7 antes que el iPhone 7 de
Apple para tenerlo a la venta justo antes de que los chicos de Tim Cook
anunciaran el suyo. Por eso Samsung anuncia un teléfono en agosto y sale a la
venta a principios de septiembre, fechas poco habituales para lanzamientos.
Ahora el iPhone 7 se queda solo, y habrá que ver qué hacen los propietarios
(actuales o que tenían pensado comprarlo en un futuro) del Note 7: si irse al
S7, cambiar al iPhone 7 Plus u optar por cualquier otro modelo que hay en el
mercado.
El
coste tecnológico
Finalmente, otro "coste"
del que seguramente iremos conociendo algo más en los próximos días: el
tecnológico. Cuando Samsung anunció el primer recall, lo hizo tras una
investigación en la que, según explican en su comunicado, detectaron "un
problema en las células/celdas de las baterías". "En concreto, se
produce un sobrecalentamiento de la celda de la batería al entrar en contacto
el ánodo con el cátodo que es un error muy poco común en el proceso de
fabricación", añadían.
Todavía no se sabe cuál es el fallo
concreto y por qué los modelos reemplazados también lo sufren
Con los modelos de reemplazo, este
problema quedaba en teoría solucionado. En teoría, aunque ya se ha visto que
no. Seguramente durante los próximos días vayamos conociendo más detalles, pero
todo apunta a que el primer problema no se solucionó del todo en las
unidades de reemplazo. ¿Puede tener otra causa? ¿Otro componente defectuoso que
lo esté causando todo? ¿O directamente que no lo arreglaron bien en una primera
instancia? Por ahora, sin información oficial, es mucho especular. Habrá que
esperar a ver qué explicaciones da Samsung.
¿El
lado bueno de todo esto?
¿Puede tener todo esto una lectura
positiva? Para Samsung parece que no, está claro. El Note 7 es, simplemente, uno
de los mayores fracasos tecnológicos de los últimos años. Para los
consumidores, y al final para la industria en sí, sí puede haber algo bueno: el
que las compañías, independientemente de las presiones por sacar un teléfono
antes de una determinada fecha con unas determinadas especificaciones, hagan
pruebas más exhaustivas de todo lo que van a sacar al mercado con el fin de
evitar problemas como éste.